Uno puede ser un hijo de puta, pero también un genio.
Entrevistar a Andrés Calamaro no es cosa de todos los días. Sin embargo, para cierta gente de la institución (ya lo decía Foucault) la nota pareció no importar demasiado. "Esto no me gusta, pero vende", comentaron.
La nota salió publicada en el periódico que edita anualmente la Escuela de periodismo TEA, en 2009. Al no contar con su versión digital, aquí la reproduzco en su totalidad, agregando respuestas que fueron cercenadas miserablemente en la edición final.
Por Federico Córdoba
Primero fue el reguero toxico. Después, liberado de esa retahíla viscosa, el canto del pájaro. Hoy, con un box set de 6 discos y tras dos shows multitudinarios, Andrés Calamaro cerró un año que lo tuvo como una de las figuras centrales. Si el Gardel de Oro lo erigió como figura de 2008, el 2009 lo revalidó. En exclusivo para Domingo, El Cantante habla de la despenalización de la marihuana, su nuevo disco, el rock nacional y su consagración definitiva.
-¿La publicación de sus Obras Incompletas fue un intento de resumir su pasado como artista o para marcar un antes y un después en su carrera?
Lo pensé como un buen punto final para una época, lo que no sé es si realmente fue un punto final o un punto seguido. Tampoco me di cuenta si estaba terminando una etapa porque el año pasado fue uno de mis mejores años en vivo. Dejé una obra porque no hay más remedio, uno deja y el destino decide si se olvida o se sigue cantando. Mis obras es la suma de todo: son las giras, es lo que escribo ahora mismo, también es mi vida, yo mismo y mi consecuencia; claro que las canciones las comparto con mayor caudal de personas, aunque el real time es la gira y los recitales en vivo.
-¿En qué lugar se posicionaría dentro de la escena musical argentina?
Nadie es tan importante como uno cree. Me siento un músico más pero asumo mi responsabilidad. Por uno como yo hay mil músicos postergados que se les complica y terminan manejando un taxi. Respeto a mis colegas que me respetan, y a la gente que me elije, no solamente en Argentina, también en España. En este momento, los imbatibles son el Indio Solari y Calle13 porque nadie escribe a ese nivel, son superdotados y lo que hacen es muy serio y muy valioso. Supongo que mi lugar es parecido al de Gustavo Cerati o Fito Páez, con la diferencia que ellos lo hicieron casi todo bien, y están plantados sobre éxitos personales enormes. Me considero un autor accidental.
-¿Cree formar parte de los referentes históricos del rock nacional, como Luis Alberto Spinetta o Litto Nebbia?
Yo asumo que escribí buenas canciones, y algunas muy buenas. Eso sí, nunca quise compararme con Spinetta o Nebbia. Yo no soy ningún genio y sin embargo sé ganarme la vida cantando, y mis músicos me respetan porque puedo mirarlos a los ojos de músico a músico. También empaté con genios de otra categoría, con maestros del tango, del jazz y del flamenco, y considerando la sustancial diferencia, conseguí ser respetado.
Entrevista a Andrés Calamaro (primera parte)
Jugutes Para No Olvidar | martes, 18 de mayo de 2010 | Etiquetas: Federico Córdoba
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