Acá te podés bajar el último disco de Andrés.
Por Federico Córdoba
–Su obra solista está marcada por tres momentos importantes: de Hotel Calamaro a Vida Cruel es uno de ellos, una segunda comprendería de Alta suciedad a El Salmón y la última de El cantante a sus Obras Incompletas. ¿Cree usted que es uno de los músicos que ha dejado una obra propiamente dicha y no simplemente canciones para escuchar en la radio?
Creo que Hotel Calamaro y Vida Cruel son dos discos muy diferentes entre si, pero también son muy distintos a Por Mirarte y Nadie sale vivo de aquí, que es un antecedente directo de lo que serían los discos con Los Rodríguez, Alta Suciedad, Honestidad brutal y El Salmón, que forman un tríptico bastante original porque son discos de naturalezas lejanas. Alta Suciedad es contenido y aristocrático, personalmente resume la gloria y la decadencia del artista de rock. En cuanto a El Salmón, hay una serie de intenciones, lo que es el Dogma 95 al cine es El Salmón a los discos, a pesar de lo cual es una obra en sí mismo, irrepetible. Claro que hay antecedentes de discos similares en el rock mundial y en el argentino. El Cantante, Tinta Roja y En el palacio de las flores son discos de rehabilitación, donde doy un paso al costado y simplemente trato de cantar lo mejor posible, confiando en los timoneles de Javier Limón y Litto Nebbia. Cachorro (López) me exigió más y me comprometió a escribir la mitad del disco en el estudio y delante de él. A su vez, también fue más selectivo con el repertorio y me adapté a su forma de grabar y entender los discos. Fue una colaboración excepcional y un encuentro importantísimo.
-Muchos tangueros aplaudieron sus interpretaciones en su disco Tinta Roja; otros, sin embargo, lo criticaron duramente. ¿Qué sensación le produjo esto?
Cuando los que me critican son tangueros, tienen razón. El tango hay que cantarlo como es, con todas las notas bien puestas, sino es "traición a la patria". No importa si le pusiste "arte y sentimiento”. Yo me animé con tangos sin conocerlos del todo, y, si te salís del guión, cagaste. Una cosa es la interpretación y otra es la libre interpretación de una melodía que no estás cantando como fue escrita. Así me gané las críticas de los ortodoxos (que también criticaron a Roberto Goyeneche y a Astor Piazzola). Después, las otras criticas me resbalan, acá al tango lo dejaron morirse, se le da más pelota fuera de la Argentina, y eso los tangueros lo saben. En Colombia ni necesito cantar, solamente digo que voy a hacer tangos y el lugar se cae. En Bogotá me brindaron una ovación que por poco me pongo a llorar, y eso no me pasa nunca.
– ¿El músico es un artista que debe alimentarse de todas las artes para hacer canciones?
Creo que el músico tiene que escuchar música. No creo en las influencias, que para muchos son inevitables y sagradas. Tampoco me parece importante ser original, ni siquiera le doy mucha pelota a las ideas. Me gusta hacer discos y muchas veces disfruté de tocar en vivo; ahora mismo prefiero las giras que el estudio. A mí me gusta el arte, hablar de política y de fútbol. A veces me encuentro leyendo algún buen libro, pero no sé qué influencia tiene eso en mis canciones. Como músico le doy más importancia a la interpretación; en este momento me importa más cantar bien que escribir canciones.
Entrevista a Andrés Calamaro (segunda parte)
Jugutes Para No Olvidar | sábado, 22 de mayo de 2010 | Etiquetas: Federico Córdoba
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