por Javier M. Berro
Aquél sótano por fin descansa en paz: la historia cuenta que aquella planta baja de la mansión Nellcôte fue refugio de nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Casi tres décadas más tarde, las cosas volvieron a ponerse pesadas, y supo guarecer también a otro tipo de salvajismo: un movimiento de ingleses exiliados a punto de conquistar el mundo.
"Creo que el gobierno británico tenía miedo del número de seguidores que teníamos. No podían ignorar que había algo poderoso en nosotros", dirá más tarde uno de sus líderes, conocido como Keef, o mejor dicho... como Keith Richards.
"Stones in Exile", el documental dirigido por Stephen Kijak y presentado en el festival Cannes por el mismísimo Mick Jagger, retrata el proceso de grabación y composición de "Exile of Main Street" durante el exilio impositivo , aquél disco emblemático señalado por la prensa especializada como uno de los mejores de la historia.
"Descubrimos que teníamos un manager que decía ser el dueño de todo lo que habíamos hecho hasta entonces, y de lo que hiciéramos en el futuro: giras, discos, canciones publicitarias. Así que tuvimos que deshacernos de él, e intentar escapar de todo ese lío en el que nos había metido", resume el cantante, que junto a Richards y Charlie Watts asumen la producción ejecutiva del proyecto.
El manejo del despedido Allen Klein dejó a la banda en una situación al borde de la bancarrota: el entonces gobierno laborista del Primer Ministro Harold Lewis gravaba el 90% de sus ingresos, y la deuda los colocaba a un paso de la miseria, o de prisión. La solución forzó la salida hacia el sur de Francia y aceleró la puesta en marcha del álbum sucesor al éxitoso "Sticky Fingers" como garantía para el regreso.
Kijak recupera parte de las filmaciones, fotos y testimonios, de ayer y de hoy, sobre aquél demorado proceso en el que convivía la vida familiar, los excesos y el proceso creativo. "Tiré la casa por la ventana, ya que podría estar en la cárcel al año siguiente. Así que me divertí un poco mientras estaba libre", cuenta Richards, a quien no le quedó otra opción que ofrecer su rentada mansión Nellcôte (y sótano) como búnker de grabación.
El resultado final del filme es afable, pero nada revelador respecto de dos de sus predecesores: Cocksucker Blues y el célebre 25x5, que sigue siendo la mejor opción para revistar la genética del mito. En cuanto al recién estrenado, no se justifica la presencia de algunos testimonios, que poco suman con sus aportes -Benicio Del Toro, Caleb Fogwill de Kings of Leon Sheryl Crow.
Lo mejor queda en manos de Martin Scorsese, director de Shine Light: "En cierta forma tuvieron que hacer implosión. Sentirse exiliados... Sentir que no puedes volver a casa: eso es lo que refleja esta música". Ante la misma pregunta, el cantante de los White Stripes, Jack White, recoge el guante y, algo socarrón, opina: "Me encanta ese álbum porque es algo que puede confundir a un periodista, y llevarlo a replantearse su carrera frente a la imposibilidad de volver a etiquetar a los Stones. Es como ir en quince direcciones en simultáneo".
Mientras los Rolling Stones deliberan la realización de un próximo disco, o tal vez una última gira, ya se encuentra en disquerías la reedición de "Exile of..." que cuenta con el valor agregado de canciones nunca antes editadas y outtakes de Soul Sourvivour, Tumblin' Dice y Shine a Light, entre otros.
"Creo que el gobierno británico tenía miedo del número de seguidores que teníamos. No podían ignorar que había algo poderoso en nosotros", dirá más tarde uno de sus líderes, conocido como Keef, o mejor dicho... como Keith Richards.
"Stones in Exile", el documental dirigido por Stephen Kijak y presentado en el festival Cannes por el mismísimo Mick Jagger, retrata el proceso de grabación y composición de "Exile of Main Street" durante el exilio impositivo , aquél disco emblemático señalado por la prensa especializada como uno de los mejores de la historia.
"Descubrimos que teníamos un manager que decía ser el dueño de todo lo que habíamos hecho hasta entonces, y de lo que hiciéramos en el futuro: giras, discos, canciones publicitarias. Así que tuvimos que deshacernos de él, e intentar escapar de todo ese lío en el que nos había metido", resume el cantante, que junto a Richards y Charlie Watts asumen la producción ejecutiva del proyecto.
El manejo del despedido Allen Klein dejó a la banda en una situación al borde de la bancarrota: el entonces gobierno laborista del Primer Ministro Harold Lewis gravaba el 90% de sus ingresos, y la deuda los colocaba a un paso de la miseria, o de prisión. La solución forzó la salida hacia el sur de Francia y aceleró la puesta en marcha del álbum sucesor al éxitoso "Sticky Fingers" como garantía para el regreso.
Kijak recupera parte de las filmaciones, fotos y testimonios, de ayer y de hoy, sobre aquél demorado proceso en el que convivía la vida familiar, los excesos y el proceso creativo. "Tiré la casa por la ventana, ya que podría estar en la cárcel al año siguiente. Así que me divertí un poco mientras estaba libre", cuenta Richards, a quien no le quedó otra opción que ofrecer su rentada mansión Nellcôte (y sótano) como búnker de grabación.
El resultado final del filme es afable, pero nada revelador respecto de dos de sus predecesores: Cocksucker Blues y el célebre 25x5, que sigue siendo la mejor opción para revistar la genética del mito. En cuanto al recién estrenado, no se justifica la presencia de algunos testimonios, que poco suman con sus aportes -Benicio Del Toro, Caleb Fogwill de Kings of Leon Sheryl Crow.
Lo mejor queda en manos de Martin Scorsese, director de Shine Light: "En cierta forma tuvieron que hacer implosión. Sentirse exiliados... Sentir que no puedes volver a casa: eso es lo que refleja esta música". Ante la misma pregunta, el cantante de los White Stripes, Jack White, recoge el guante y, algo socarrón, opina: "Me encanta ese álbum porque es algo que puede confundir a un periodista, y llevarlo a replantearse su carrera frente a la imposibilidad de volver a etiquetar a los Stones. Es como ir en quince direcciones en simultáneo".
Mientras los Rolling Stones deliberan la realización de un próximo disco, o tal vez una última gira, ya se encuentra en disquerías la reedición de "Exile of..." que cuenta con el valor agregado de canciones nunca antes editadas y outtakes de Soul Sourvivour, Tumblin' Dice y Shine a Light, entre otros.
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