
Frescos y destilando virtuosismo, los protagonistas salen a escena vestidos con trajes de Playmobils hechos de goma eva, y recrean la rencilla doméstica de una pareja sencilla, de pueblo, que recurre a las misteriosas artes de una suerte de brujo/Cupido televisivo para sortear sus dificultades amorosas. Los cantantes, Marina Inés Brengi y Natacha Nocetti (Bastienne), David Maximiliano Basualdo (Bastien) y Walter Uranga (Colas), hacen pausas de tanto en tanto para revelar, con actuaciones de tono humorístico, de qué va la trama, apiadándose de aquellos espectadores que no entienden alemán, el idioma original.
La música en vivo, a cargo del pianista Martiniano Tanoni y el director Alejandro Duhalde, los juegos de proyecciones, la escenografía, el vestuario, la iluminación, e incluso el maquillaje juegan papeles igualmente protagónicos. Bastien und Bastienne es una obra que, impulsada por una noble intención, alcanza con creces su objetivo primario: volver accesible y entretenida una disciplina cuya trayectoria suele caracterizarse por su difícil abordaje, además de ser usualmente asequible sólo para unos pocos. Junto con la entrada se ofrece, como frutilla al postre, una consumición: un programa ideal para una tarde de sábado diferente.
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