Por Magdalena Seeber.
Papel picado, mosh, serpentina, muchísimo papel picado. Ruido, pogo, celebración dionisíaca, cotillón, muchísimo ruido, euforia, mosh. Ir a un recital de Domingo es una experiencia sensorial extrema, casi como subirse a una montaña rusa de prepo: no apta para gente con problemas cardíacos.
Los chicos son locales en Mar del Plata, pero ya tienen una cantidad considerable de fieles acá en Capital. Cuentan sólo con un puñado de canciones, y todavía no grabaron el disco, pero eso no tiene importancia, porque el chiste de esta banda es de carácter presencial: la aventura, el ritual de ir a verlos.
Los integrantes, Antonio Savasta, Lules, Pacheco, Pato O'connor y Santiago Martinez, no suelen subirse a los escenarios para tocar. Más bien, su escenario es el centro de una ronda viva y amorfa que arman los fans, y generalmente terminan saltando y cantando y tocando a la par de todos, o nadando con la guitarra al hombro, o micrófono en mano, por encima de las cabezas del pogo.
Esta banda tiene otra particularidad distintiva: a través de su música y sus visuales, promueven la concientización por el calentamiento global y el amor al planeta Tierra. Domingo se presentará el próximo 9 de julio en el Salón Real, en la fiesta La Matanza junto a Mompox y Morbo & Mambo, y hay que aprovechar para ir verlos, porque no vienen tan seguido por estos pagos!
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