Por Daniela Trezza
Pocos nombres son más simples que She&Him. Ella, Zooey Deschanel, y él, Matt Ward, podrían hacer el tipo de música que a primera vista también parece simple: naif y romántica. Pero no. Las melodías que la actriz y vocalista junto con el guitarrista y productor imprimen en sus discos van más allá de lo ordinario.
En su segundo CD, Volume Two, como en el primero lanzado en el 2008, la dupla combina a la perfección intimismo, dulzura y melancolía. Esta mezcla agridulce se tiñe a la vez con la influencia de la música de Roy Orbison, logrando un sonido algo retro. Esta parece ser la clave que hace que She&Him remita a días de otoño en los que uno camina pisando las hojas amarillas y marrones mientras le pegan débiles pero reconfortantes rayos de sol.
Ridin’in my car, donde aparece además la voz de Ward, es uno de los ejemplos de Volume Two en los que la pareja logra transportar instantáneamente a quien la oye hacia soleados recuerdos, en los que flota en el ambiente esa mística romántica. En cambio, hacia el final del disco, con Brand new shoes y If you can´t sleep, la voz de Deschanel es apenas acompañada por una guitarra acústica y coros, bajando aún más la tonalidad de esta segunda parte que a diferencia de la primera parece sonar más dramática.
Como de ensueño, la voz de Deschanel se entrelaza entre los arreglos y detalles que aportan la magia melancólica en esta combinación de pop y folk de letras tristes como alegres e ingeniosas que bien pueden colorear desde un paseo en bicicleta hasta un día de lluvia. Es esta mezcla la que deja al descubierto que She&Him acertadamente plasma esta compleja alternancia entre lo bueno y lo malo, lo amargo y lo dulce que hay en la vida.
She&Him, la melancolía no podía sonar más dulce
Jugutes Para No Olvidar | miércoles, 14 de abril de 2010 | Etiquetas: Daniela Trezza
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